sábado, 14 de abril de 2012

¿Estamos preparados para la atención primaria del adulto mayor?

Se ha estimado que la población de adultos mayores del  Perú, en el año 2002 fue de 7,68%y que se incrementará  a 12%en el año 2020,lo que correspondería aproximadamente a 3,3 millones de personas; este proceso, a  diferencia de países desarrollados va acompañado de  pobreza y falta de políticas de salud; actualmente se  estima que sólo 56,3%de ancianos de las urbes tienen  acceso a la seguridad social, encontrándose en situación  de pobreza 41,7%y en pobreza extrema 19,5%.

El envejecimiento poblacional, ha condicionado que la  mayor parte de la actividad profesional en ciencias de la salud se realice en pacientes geriátricos; no obstante,  son muy pocas las universidades donde se imparte la  enseñanza de la geriatría en el pregrado.

El Ministerio de Salud del Perú, desde el año 2003, viene  desarrollando el modelo de atención integral en salud  (MAIS)enfocado por etapas de vida, formando parte  de este, el Programa de Atención Integral en Salud del  Adulto Mayor, que en el nivel de atención primaria (centros y puestos de salud), está orientado a la prevención  y promoción de la salud; el desarrollo de este modelo es  aún gradual y se vienen realizando diversas actividades  de diagnóstico situacional y capacitación al personal en  las diferentes direcciones de salud.

En la DISAV, Lima Ciudad, como parte de este programa  de implementación, se realizó en octubre de 2005 un  curso de capacitación a los responsables y miembros  del equipo interdisciplinario de la atención al adulto  mayor de cada uno de los centros de atención primaria  (centros y postas de salud) de su jurisdicción; se realizó  esta investigación para conocer cuál era la formación  previa que habían recibido en sus estudios universitarios y si se sentían preparados para brindar atención al  adulto mayor. 

EL ESTUDIO

Estudio observacional, descriptivo, transversal; se aplicó una encuesta a todos los responsables y miembros del  equipo interdisciplinario del Programa de Atención al  Paciente Adulto Mayor de la DISAV. Lima Ciudad. 

Se entrevistó a 79 personas, seis de las cuales fueron  excluidas, dos por no tener dentro de sus actividades la  necesidad de trabajar con un adulto mayor (una obstetríz, una profesora de educación física),dos por llenado  incompleto y dos por no ser profesionales. La edad media  de los participantes fue de 44,2 años. 

Sólo 30%de responsables del Programa de Adulto  Mayor de la DISA V Lima Ciudad recibieron formación  en el pregrado referente a geriatría (Tabla 1), y fueron  las enfermeras quienes recibieron mayor capacitación al  respecto; del total de personas que refieren haber sido capacitadas en la universidad, 59%considera que esa  formación fue regular o mala.


Cuando se consultó si con la experiencia profesional y los conocimientos previos se podría resolver los problemas  del paciente adulto mayor, únicamente 10% se consideró  capacitado para ello; por lo cual todos consideraron necesaria la capacitación para poder llevar este programa; 93%  prefieren capacitarse con talleres teórico-prácticos, 25% con pasantías en los servicios de geriatría de la microrred,  16% en otras instituciones y 59% en ambas modalidades  destacando los temas de mayor interés (Tabla 2). 


Sólo 27% conoce el modelo de historia clínica aplicada  para el adulto mayor propuesta por el MINSA y son las enfermeras las que tienen mayor conocimiento (54%). 

DISCUSIÓN

El Ministerio de Salud, cómo parte de sus lineamientos  de Política de Salud 2002-2012 ha implementado el  modelo de atención integral en salud (MAIS); sin embargo, el personal a cargo de los programas de atención al  adulto mayor presenta un serio déficit en su formación debido a la falta de planes curriculares que contemplen  la enseñanza de la geriatría en las universidades; prueba  de ello es que 70% de estos profesionales no recibió  conocimientos sobre el tema durante su formación de  pregrado; de los que sí recibieron formación en el tema  59% considera que esta fue regular o mala, ello se refleja en que únicamente 10% se considera con la experiencia  y los conocimientos fundamentales para resolver los  problemas del paciente adulto mayor.  

Nuestros resultados distan mucho de los mostrados en  países desarrollados, como por ejemplo en la comunidad Europea, alrededor de 50% de estudiantes de medicina  reciben formación en geriatría, cifra considerada insuficiente por ellos pero muy superior a nuestra realidad.  

La necesidad de implementar la enseñanza de geriatría no  sólo debe ser prioridad en el pregrado de medicina, sino  también a las otras áreas de ciencias de la salud; puesto  que para el abordaje integral del paciente adulto mayor, es  necesaria la concurrencia del equipo interdisciplinario. 

Los argumentos para que el alumno de pregrado aprenda  geriatría son incuestionables y se basan en dos pilares  fundamentales: la realidad sociodemográfica y la especificidad de la materia objeto de estudio.  

Teniendo en cuenta que la mayoría de nuestros profesionales trabajarán en la atención primaria; la formación  debe estar orientada a las actividades preventivo promocionales, más que a la atención hospitalaria.  

En cuanto a la selección de los temas más importantes  para su capacitación predominaron las enfermedades  crónicas, pero no se tuvo en cuenta aspectos relacionados  específicamente con el cuidado del adulto mayor, como la valoración geriátrica, síndromes geriátricos,  uso de fármacos, nutrición; lo cual demuestra el pobre conocimiento  de la patología geriátrica entre la población encuestada. 

El tipo de formación que demandan nuestros profesionales es teórico-práctico (993%), con pasantías en los servicios de geriatría de su respectiva microrred, de acuerdo  con la realidad en la que se desenvuelven. Existen en marcha programas de capacitación a cargo del MINSA y otras organizaciones, que resultan insuficientes ante el gran vacío existente y la necesidad de complementar estos programas con pasantías; por lo tanto, debe ser una  prioridad de las autoridades del MINSA, realizar a corto  plazo una selección adecuada y capacitar a los coordinadores del programa de atención al adulto mayor en las  DISA, redes, microrredes así como a los responsables de  la atención primaria. Las universidades, a su vez, deberían implementar en sus programas curriculares cursos de geriatría, orientados a la atención primaria. 


* Marco Zelada; Percy Mayta


·         Servicio de Geriatría, hospital Nacional Dos de Mayo. Lima, Perú  

·         Programa de Atención al Adulto mayor, Centro de salud Santa Fe, dirección de Salud Callao, Perú


·         Instituto Nacional de Salud. Lima, Perú.





No hay comentarios:

Publicar un comentario